Mi nombre es Leslie Mecalco y siempre me había gustado tomar fotografías a cualquier cosa que llamara mi atención, paisajes o mis amigos. Ellos siempre me decían que era buena haciéndolo y me preguntaban por qué no tomaba algún curso, pero nunca me animé.

"Ver no es suficiente, tienes que sentir lo que estás fotografiando" Andrés Kertész

Apenas iniciado el semestre, hubo un día que llegué muy temprano, pasé por donde había unas mesas y una personita invitándonos a formar parte de algún taller. Me acerqué y ninguno llamó mi atención, hasta que al voltear hacia la derecha lo primero que vi fueron letras que formaban la palabra “Fotografía”’. La verdad es que me emocioné mucho, porque siempre había querido inscribirme a un curso para aprender conceptos que conocía pero no sabía poner en práctica.

La primera clase que tuvimos fue muy emocionante. El profesor nos explicó de lo que se trataría y eso era precisamente lo que estaba buscando. Quería conocer más sobre elementos fotográficos, pero también ponerlos en práctica con ayuda de un experto y exactamente en eso consistía el curso.

Me gustó muchísimo la experiencia porque aparte de que obtuve muchos conocimientos, aprendí a ver las cosas de manera distinta. El taller me ayudó muchísimo a ser paciente, mucho más responsable, puntual; a pararme temprano, ya que vivo a dos horas y media aproximadamente de la escuela y el taller empezaba algo temprano. Además aprendí a manejar y expresar sentimientos y emociones de una manera muy sana.

Lo que más me gustó del curso fue que el maestro siempre nos tuvo mucha paciencia, su forma de enseñar los conceptos no era aburrida, siempre con clases dinámicas, nos dejaba descubrir y siempre nos decía que innováramos. No era una clase común y corriente, ya que el profesor siempre hacia alguna dinámica para que pudiéramos entender mucho mejor el tema. En alguna ocasión vimos el tema de las propiedades de la luz en fotografía y el maestro nos llevó al estudio de grabación de la universidad. Fue una experiencia muy significativa y la que más me gustó, porque nos estaba dando teoría y práctica al mismo tiempo. Las clases en las que no salíamos a hacer alguna práctica veíamos las fotografías que habíamos tomado en el transcurso de la semana y todos dábamos una opinión sobre ella y sus elementos. 

En fin, estoy muy feliz por haber cumplido mi sueño de participar en un taller de fotografía, sobre todo porque fue dentro de la universidad más bonita de todas.

Me gustó mucho que al final nos pidieran una fotografía para exponerla y todos los que caminaran por la Universidad Pedagógica Nacional vieran lo que pueden llegar a transmitir con tan solo una imagen. Además no se necesita una cámara carísima para hacer fotos bonitas. Es muy bonito que nuestra universidad haga este tipo de cosas ya que hay personas que tienen mucho talento y por medio de estos talleres llegan a descubrirlo o a perfeccionarlo, espero que siempre existan este tipo de actividades, ya que nos ayudan mucho en nuestra formación personal y profesional.